Los fármacos que inducen y pueden mantener el sueño se denominan hipnóticos. Estos medicamentos cumplen la única función de hacer que una persona duerma pero no producen descanso por lo que su uso es restringido por los especialistas en Salud Mental únicamente para casos excepcionales; pues lo importante es que el paciente descanse cuando duerme.
Es alarmante y peligroso que estos fármacos sean de venta libre, sin necesidad de presentar ningún tipo de receta se los compra y son causantes mediante su uso que incluso crea adicción, de varios efectos nocivos muy peligrosos. Además de la automedicación son utilizados por delincuentes para sedar a personas administrándoles con licor y otros preparados con las consecuencias que por crónica roja y en las emergencias hospitalarias conocemos. Las autoridades deberían regular drásticamente su venta “a la buena de Dios”.