Era el año 1999, en esa época, la gestión del grupo de trabajo, encabezado por los Paz, empezaba a dar sus frutos. Pero, aun así, Liga no era la primera potencia futbolística del fútbol ecuatoriano. Equipos como Barcelona, dos veces finalista de la libertadores, y Emelec, con su grandes presupuestos y equipos, eran muy fuertes.
A pesar de ello, el equipo azucena, había logrado armar un equipo competente. Jugadores como Capurro, Ulises de la Cruz, Néicer Reascos, Alfonso Obregón, Eladio Rojas, “el gato” Pérez, Nixon Carcelén, Jacinto Espinoza, Víctor Sánchez, Álex Escobar, formaban un plantel fuerte para campeonato y copa.
Liga había logrado pasar la primera fase de la Copa Libertadores, en su camino, se toparía con River Plate, rival fuerte y deslotado de aquella época. En ese gran plantel, destacaban jugadores, como el “muñeco Gallardo, Bonano, Mario Yépez, entre otros. El duelo se antojaba disparejo, el amplio favorito era el gran equipo millonario del Río de la Plata.
En esa época, yo era un niño, festejaba los goles de casi todos los equipos ecuatorianos. Pero, la apertura del estadio, el blanco de la camiseta, las canciones pop de Williams y Perotti, habían generado una atracción especial al equipo universitario.
Mi mamá, compró unas entradas para el partido de vuelta de esa apretada llave. En la ida, a pesar del favoritismo exacerbado hacia el equipo argentino, Liga, solo había perdido 1-0. A la hora de llegar al estadio, se desató la tragedia. Después de dimes y diretes, nos sacaron del estadio. Mi mamá, en su desesperación, compró entradas revendidas.
Juan Andrango