Himno a Quito eterno

La ‘Villa’ de Quito recién adquirió el título de ‘Ciudad’, el 14 de marzo de 1541, gracias a la Cédula Real del Emperador Carlos V, Rey de Alemania y España, quien además le otorgó el título de “Muy Noble y Leal”. También le concedió un “Escudo de Armas”, todo lo cual forma parte del patrimonio documental del Archivo Metropolitano de Historia. La historia de Quito, desde sus ancestros hasta nuestros días, se halla bellamente recogida en el prodigioso Himno a Quito. De allí, a partir del coro guarda una maravillosa armonía, que aglutina un muy sentido saludo a la ciudad inmortal “muy noble y leal”. Si se tratase se cambiar versos o estrofas a pretexto de que “aún se conserven conductas colonialistas”, también se debería cambiar o eliminar el propio coro que alude a un título dado en la Colonia. ¡Qué absurdo! ¡Qué aberración! Los quiteños y quienes vivimos en su suelo pedimos y exigimos se respete la historia de esta ciudad y, por ende, a su himno. No debemos renegar de nuestra historia.

Es querer tapar con una estrofa la luz de la historia. Justamente, la nueva y sin par rebeldía de los quiteños, herencia ancestral del gran Atahualpa, también está plasmada en una sin par alegoría en la segunda estrofa del Himno a Quito, que hoy se pretende dejar de vocalizarla.

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