¡Qué hermoso artículo el de Juan Esteban Constaín, colega de El Tiempo de Colombia y del Grupo de Diarios América, ‘La vieja guardia’, publicado el 23 en EL COMERCIO! Habla sobre las maneras de conocer el mundo, el turismo, los mercados, los escritores, pero hace hincapié en las librerías de viejo, en los libreros, a cuyo oficio califica de “negocio en el que el negocio suele ser lo de menos”. ¡Qué exacta definición! Esta pasión de ser librero no tiene precio, pues los que realmente cuentan son los libros y los lectores. Esa cercanía con el convivir diario entre libros y lectores es incomparable. Jaime Dousdebés Carvajal, entrañable amigo que libra la batalla de la vejez, solía decir que envidaba a los libreros. Cierro con la frase de Cambronne en Waterloo: “La guardia muere pero no se rinde. La vieja guardia”.