El caballero ungido por las izquierdas ya tuvo oportunidad de demostrar sus capacidades y fortalezas. Lastimosamente “se hizo a un lado” en Montecristi y contribuyó a lo que hoy enfrentamos, un gobierno concentrador, arbitrario con altas dosis de corrupción.
Es de preguntarse si el ungido, de llegar a Carondelet, “se hará a un lado” cuando sus benefactores, indígenas, ecologistas y más naturales se opongan a toda explotación de recursos? Se hará a un lado cuando se paralice el país por esto o aquello? Se hará a un lado cuando se clame por mano firme contra la delincuencia? Se hará a un lado cuando los políticos que le rodean, hambreados de plata y poder, exijan cargos y prebendas?
El Sr. Acosta es un buen candidato, de buena pinta, fácil verbo y ‘antitodo’, es decir encanta a las masas, pero eso no lo hace un buen estadista. Ya demostró en su veloz y estéril paso por el área petrolera, falta de entereza en Montecristi y posiciones poco pragmáticas en materia económica. Queda la incógnita.