Por un lado, se ha comprobado hasta la saciedad que un aumento diferenciado, debió haber sido la solución para los combustibles. Hace varios meses se habló de esto y hasta las universidades estaban dispuestas a colaborar. Ahora es imposible que por ejemplo, los intermediarios que compran los alimentos a los campesinos no les obliguen a estos, a recibir menos dinero.
Por el otro lado, ya es hora que los líderes de los indígenas, pueda ser otros, hay muchos indígenas con estudios de cuarto nivel que deberían asumir el reto de dirigir haciendo cambios radicales, como por ejemplo: entregar proyectos completos de desarrollo del campo, y evitar exponer a niños y ancianos a la violencia. Ya es hora de cambiar nuestro país, y empezar a pensar y actuar con la cabeza y no con la pasión de indígenas considerados víctimas y un gobierno con casi nulo trabajo de soluciones sistémicas y a largo plazo.
Francisco Villacís