En la antigua Roma se crearon grupos de soldados privilegiados para proteger a los emperadores de esa época, quienes se creyeron los conquistadores y dueños del mundo.
En Venezuela, la patria del libertador Simón Bolívar, aparece la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), un ente conformado por militares de gran influencia política y con atribuciones para el cometimiento de toda clase de abusos y atropellos.
Tal parece que los malos ejemplos de los “gobernantes” de ese país hermano, autoritarios, déspotas y corruptos, han ejercido notable influencia en los dóciles y obedientes políticos ecuatorianos. No de otra manera puede entenderse de la probable conformación de guardias especiales para “ proteger” al presidente y demás colaboradores del régimen y sus familias. Un auténtico estado elitista.
Nunca antes expresidentes de la República demandaron estos privilegios. ¿Protegerlos de qué y contra quiénes?; ¿A qué le temen?; ¿Acaso no se sienten capaces de movilizarse libre y tranquilamente como cualquier ciudadano común y corriente?
¡Todo indica que la vanidad, orgullo y la proclividad al adulo, propio de los narcisistas, no tienen límites!