Estos días la prensa ha bordado sus páginas con notas de pesar y agradecimiento por la muerte del Dr. Leonardo Malo Borrero, notable galeno cuencano que en su proficua y larga existencia desplegó samaritana misión, especialmente en un conocido y antiguo centro de salud que lo ha calificado de ‘Pionero de la Radiología Ecuatoriana’.
La afirmación de consuno es la de que Leonardo tuvo bondadoso corazón para restañar heridas corporales y espirituales superando obstáculos y dificultades con oportunas consultas a sus colegas, que admiraban su hombría de bien, su ética profesional y su ameno carácter.
Hay algo más, sus iniciativas se canalizaron en otros campos relacionados especialmente con las empresas automovilísticas y de servicio a la ciudadanía.
Ponga el Señor lenitivo al hondo pesar que aflige a los suyos.