Hace algunos años, Liga Deportiva Universitaria perdía en su propio estadio (como es normal dirán algunos) 2 por 0 ante el Santos de Brasil; pasaron ya los primeros 45 minutos y todo parecía perdido; menos, para los hinchas de la general sur baja que alentaron durante el resto del encuentro y contagiaron a todo el estadio con su euforia, sus cantos y su esperanza. Una sola masa, un solo grito, ensordecedor como el trueno; los hinchas presionaron a su equipo y al rival, logrando dar la vuelta el resultado; triunfo de Liga 4 por 2. Muchas veces el público ha sido protagonista del resultado y, ha sido partícipe el pueblo no solo en encuentros deportivos, sino en la vida cotidiana y en distintos lugares del planeta en donde le han estado ‘goleando’; pasándole ‘por la galleta’ promesas demagógicas; le han anulado goles con complicidad de los jueces o le han ‘robado el penal’ descaradamente; pero el pueblo entero se ha revelado, se da cuenta de la trampa en el último minuto y termina ganando .
En la vida de nuestros países se hace imprescindible que el pueblo aliente, que presione, que haga escuchar su voz, que el ‘gol baje de los graderíos’.