La realidad es que este es un Gobierno moribundo, como el de Venezuela aprobando hasta la última hora el nombramiento de jueces, dictando leyes, igual al de Argentina, en que su expresidenta actualmente se encuentra con imposibilidad de salir del país.
Los asambleístas deberían refrenar la cantidad de leyes con las que durante nueve años han atropellado a los ecuatorianos, mediante un modelo controlador y regulador, convertidos en inquisidores y que mañana tendrán que ser juzgados.
Con el cambio, con un modelo facilitador, veremos la alegría indescriptible de la mujer del general Gabela, de la madre de Fausto Valdivieso, de Manuela Picq, de los 11 de Luluncoto, de los del 30S, quienes serán reintegrados e indemnizados… El gasto público ya no podrá expulsar el gasto privado debido a su carga tributaria. La solución será una retirada controlada del Estado de los sectores y actividades económicas que no le competen y promover al sector privado en la generación de producción y, como consecuencia, de empleo.
No hay modelo cruel que dure más de 10 años ni cuerpo que lo resista.