Que el anterior Gobierno fue de los más corruptos de la historia, está claro, y que este Gobierno debe hacer esfuerzos para que todos los ladrones paguen por su inmoralidad, aspecto no tan claro pues son la continuación del anterior, son temas que se deben manejar de manera práctica y mostrando resultados reales.
De ahí a utilizar estos argumentos para tapar la incapacidad de gobernar hay mucha distancia. Luego de casi un año y medio de Gobierno comenzamos a preguntarnos si es suficiente que la falta de orientación, dirección y de políticas se justifique con la corrupción del Gobierno anterior. No hay política económica (hacer una ley para perdonar a los deudores de siempre no es política); no hay política social (El programa “Toda una Vida” solo sirve para promover la imagen de la primera dama); no hay política migratoria (seguramente la Vicepresidenta considera que realmente hay turismo venezolano); no hay política de seguridad.
En fin no existe política alguna. Cada Ministro se dispara según su parecer y de acuerdo a los intereses del sector al que se pertenece. No se sabe si quien manda es el Presidente o el señor Trujillo y los “transitorios” que lucen con más poder que el Gobernante.
Nadie audita a la Contraloría que fue cómplice de la corrupción, nadie pregunta porque los que escribieron los informes señalando anomalías en los procesos de contratación, que escondió Pólit, y que seguramente conoció el actual Contralor, no han sido sancionados por guardar silencio ante la inmoralidad. Señor Moreno por favor ya gobiernes con energía, así no podemos continuar. Pobreza en aumento, desempleo y subempleo, problemas sociales, falta de seguridad, etc., etc. Ya el diálogo se agotó y con el papel del simpático jefe del “Gobierno de Todos” no vamos a llegar a ninguna parte, vamos al colapso total.