Los independientes y políticos contrarios a AP, habíamos iniciado a sopesar las actuaciones del Presidente Moreno en forma positiva, ya que demostraba un cambio total en su actitud personal, sin confrontaciones y abierto al dialogo con todos los sectores. Muchas cosas van quedando en enunciados y no se concretan. Algunas de ellas, como dar a conocer la verdadera situación de las finanzas públicas, la caja fiscal en soletas, datos reales sobre la deuda pública interna y externa. La famosa mesa tendida, mentira de las más burdas, acompañadas del ocultamiento de cifras reales de lo dicho anteriormente. La bancarrota del IESS etc. El presidente Moreno, criticado por su antecesor y actualmente por sus obsecuentes servidores, que cerrados a la banda, no aceptan la nueva forma de gobernar, y más aun de proponer cambios en leyes absurdas del anterior Gobierno.
No todo fue malo y hay que aceptarlo, pero deben saber pensar en lo malo y reconocer la necesidad de cambios. Esta intromisión, sobre todo de Rivadeneira, Aguiñaga y los del CAL, que objetan todo, no esperan a estudiar o analizar una demanda, y ya deciden la suerte de Glas. Prevaricato y nadie dice nada. Por el bien del mismo señor Glas, debía acceder a ser fiscalizado políticamente, ya que sus funciones no le eximen, que por acción u omisión en su desempeño, el ser responsable de los delitos cometidos por terceros en contra del Estado.
Creo sinceramente que el señor Presidente debería dejar la Presidencia de Alianza País, para sin presiones ni condicionamientos de sus partidarios directos, gobierne como él quiere hacerlo en beneficio de todos los ecuatorianos.