Gastos nada abstractos
Recoge la prensa que tras advertir a sus colaboradores que su palabra es sagrada, el Presidente ha desafiado al país, palabras más palabras menos, para que se pronuncie sobre los gastos que deben recortarse y que no se hable en abstracto.
Como un ciudadano más de los de a pie, y luego de ocho años de la inefable RC, me permito sugerir: que no se construyan más supercarreteras que no se ocupan, como la de Collas; que se compren helicópteros que funcionen bien y no arriesguen la vida de quienes los conducen; que se disminuya el número de ministerios, asesores y funcionarios con vehículo y chofer incluidos.
Además: que se limiten los viajes de los superministros; que se difiera el levantamiento de las plataformas administrativas del sur y norte de Quito, por no ser urgentes; que no se realicen nuevos campeonatos mundiales del encebollado; que no se “socialicen” por todo el país las reformas, perdón, enmiendas, a puerta cerrada con los afines; que se suspendan las fastuosas paradas militares para las que desplaza a miles de soldados y armamento, luego de cambiarles el nombre hasta a las bandas de guerra estudiantiles para que no parezcan belicistas.
Adicionalmente: que se suspendan los festejos paralelos de Guayaquil que tratan de opacar a su Alcalde; que se supriman las sabatinas dentro y fuera del país, así como los gabinetes itinerantes ya que implican el traslado y hospedaje de funcionarios públicos y la instalación de carpas, sillas, tarimas y pantallas gigantes (más de 400 eventos suman mucho); que no pauten ‘spots’ en la TV internacional sobre los ministerios y deportistas locales; que se suspendan las recepciones a futbolistas y personajes de la farándula en Palacio.
También, que a Yachay se lo incluya en el plan de austeridad fiscal; que no se coloquen centenares de vallas en las carreteras sobredimensionando la obra pública; que no pinten y repinten los edificios públicos con patrones establecidos y que no cuelguen gigantografías cuyo contenido pocos creen; que el Presidente acuda únicamente con sus abogados a sus audiencias y tardías reconstrucciones judiciales; que se reduzcan las caravanas de seguridad; que se utilice el más pequeño de los aviones presidenciales para que no viaje tanta gente y que al otro se lo venda; que dejen de “fabricar” cadenas porque si bien su difusión no le cuesta al Estado, su realización demanda recursos; que dejen tranquila a la Megan; que no se construyan gigantescos hospitales que funcionan a medias o pomposos edificios con monumentos incluidos; que paren las contramarchas, los festivales de apoyo a la RC y el blindaje de la Plaza Grande.
Y que no organicen más eventos sobre la libertad de prensa con comunicadores internacionales alineados; que no se subsidien los periódicos que se regalan porque no se venden; que se desprendan de los medios incautados; que no se “construyan” más refinerías, etc., “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”: Albert Einstein.