Las sociedades requieren por salud mental y otros motivos, que sus miembros acudan a espectáculos públicos de una manera regular (quienes trabajamos en la salud mental también acudimos para observar y aprender los diferentes comportamientos); en nuestro país, con mucho, el espectáculo deportivo más presenciado es el fútbol; los precios cómodos, la distracción, acudir en familia y compartir con amigos es saludable y recomendable. Esto en los últimos años ha ido disminuyendo debido al aparecimiento sin control adecuado, eficaz y eficiente de las autoridades, y dirigentes, de bandas infiltradas de personas con trastornos mentales que deben ser tratados, dentro de las llamadas “barras bravas” lo que ha generado violencia dentro y fuera de estadios. Esto nos ha obligado a ausentarnos de estos campos para no ser víctimas de actitudes de personas desequilibradas. La mayoría de quienes acudíamos a eventos deportivos hemos dejado de hacerlo y la alternativa ha sido el observar lo que limitadamente operadoras privadas de televisión previo a un pago, transmiten; no es lo mismo pero mientras no corrijan las autoridades el comportamiento de las “barras bravas” deberemos seguir mirando por televisión. Lamento que hoy no podamos ni siquiera ver en diferido por televisión estos eventos deportivos nacionales por conflictos en los cuales los ciudadanos de a pie no tenemos nada que ver entre la FEF y cadenas televisivas, mientras no arreglen los intereses que cada quien defiende. Pregunto ¿si no existe alguna autoridad de alto nivel que pueda y deba tomar cartas en este asunto? Es un atentado a un derecho ciudadano que además es pagado, por lo que rechazo la actitud de quienes nos están impidiendo acceder a este tipo de eventos. Qué triste que un deporte noble haya llegado a tan bajos niveles y que ninguna autoridad haga algo por remediarlo.