La realidad del Ecuador cada vez se vuelve más difícil, en el fútbol estamos con un pie afuera del Mundial y en la realidad económica y social estamos de la misma manera, por no decir el cuerpo entero, de las promesas de campaña del presidente Moreno. Lo debatible es que lastimosamente el ecuatoriano sabe más de fútbol que de política, preguntar quién es el defensa central de la selección, tiene una respuesta que incluye el suplente y al que debieron convocar. Pero si preguntamos quien es el Ministro del Interior o de Turismo para citar ejemplos, la mayoría de la población lo desconoce, lo que nos convierte en un país rico en conocimientos futbolísticos y pobre en pensamiento político. Por supuesto que esto va a cambiar, la tendencia de las redes sociales así lo detalla y es notorio observar que las personas comparten memes, noticias e información de estos temas de carácter nacional con más frecuencia que antes. Pero fuera de esta realidad algo superficial ¿Qué se hace para incentivar a la población a conocer sobre economía, educación, turismo o política?
Cuando una selección de un país o un equipo apreciado obtiene malos resultados, se transforma aquello en amargura de los habitantes al punto que se convierten en groseros, vagos e incluso peligrosos para la sociedad porque descargan su insatisfacción en contra de otros ciudadanos. En política pasa igual, cuando se observan casos de corrupción, cuando hay discrepancia entre funcionarios o existen comentarios nefastos de uno a otro político automáticamente la sociedad como una esponja absorbe esto, lo imita y a continuación tenemos corrupción de docentes, evasión de impuestos etc. discrepancias agresivas e insultos hacia los ciudadanos sin razón alguna muchas veces.