El 2 de mayo del 2016 será una fecha que ningún aficionado que ame el fútbol olvidará. Porque poco a poco nos fuimos enamorando más del equipo obrero que llegó al cielo. En un año lo imposible se volvió realidad.
Y es que en Inglaterra, en una ciudad pequeña en población pero grande en espíritu, surgió un equipo que jugó cada uno de sus partidos con el corazón. A pocas jornadas del final de la Premier League en la temporada pasada, esto es 2014-2015, Leicester estaba casi descendido a la Championship (Segunda Categoría).
En una remontada increíble, estos guerreros lograron lo impensado y permanecieron en la máxima categoría inglesa un año más. Un técnico que jamás había ganado una Liga en toda su larga trayectoria, Claudio Ranieri, tomó el mando de esta institución. Y su viaje comenzó…
Vimos a lo largo de toda esta temporada a jugadores que se convirtieron en leyendas. Más que por su gran categoría, por su corazón y entrega. Schmeichel fue una pared en el arco, Morgan y Huth mostraron solvencia en todas sus presentaciones, Simpson y Fuchs devoraron las bandas, Drinkwater no falló un pase, Kanté jamás dio una bola por perdida y recuperó todo lo que peleó, Okazaki mostró todo su poderío, Albrighton asistió con gran categoría, Mahrez armó jugadas de fantasía, y el goleador Vardy puso toda su alma en cada pelota y tiro que realizó.
Pero no lo hubieran hecho sin su guía. Ranieri forjó en sus dirigidos ese compañerismo que pocos equipos realmente tienen. Con un presupuesto cientos de veces menor este equipo consiguió la hazaña más increíble que este servidor ha presenciado. Esta historia jamás deberá ser olvidada, Y es por esto que nosotros amamos el fútbol.
Leicester City: Los obreros que con humildad, entrega y corazón llegaron al cielo.