Luego del estrepitoso fracaso de nuestra tricolor en la Copa América, el único responsable es el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol –FEF-, Luis Chiriboga, quien de acuerdo con informaciones de periodistas deportivos (de la prensa ‘corructa’), asistió a Argentina acompañado de su hijo, al que llaman el “empresario Chiriboga”, quien dicen es el representante de algunos jugadores a los que debe haberles comprometido, para poder negociar sus pases y sacar una jugosa tajada, en caso de que se concrete alguna transferencia.
Luego con su lógica influencia en el Director Técnico (a quien Chiriboga lo contrató) debe haberle forzado para que sean llamados a integrar la selección a algunos de los jugadores en los que “el empresario Chiriboga” puso la mirada para hacer el gran negocio con sus pases, en caso sean requeridos por equipos extranjeros, dejando a un lado con seguridad a jugadores más calificados que merecían integrar la selección.
Esta es una situación “desvergonzada e inmoral”, ya que en su calidad de Presidente de la Federación, no podía ser juez y parte en una selección de jugadores para una competencia internacional en la que está en juego el nombre y prestigio del país. Valdría la pena preguntar si el empresario hijo de Chiriboga se costeó su viaje, o fue incluido en la nómina de acompañantes a costo de la FEF por su ‘papito’.
¿Desde cuándo funge como empresario su hijo? ¿Antes del Mundial en que se clasificó Ecuador por primera vez?