Es imperativo tener presente que el problema en la frontera norte nace de un delito, del narcotráfico, por eso nada tiene que ver con la soberanía o problemas limítrofes.
Por lo tanto no son las Fuerzas Armadas. las encargadas u obligadas a combatirlo, a exterminarlo, pues para ello existe la Policía Nacional cuya misión si es el combatir la delincuencia en general, y para el caso, por ser un delito de injerencia internacional, lamentablemente por lo lucrativo que es, incluso cuenta con el apoyo de ciertas autoridades a nivel mundial, por lo que exige que se desarrolle un ente especializado en el tema y para lo cual debe contar con un apoyo del más alto nivel político y económico del país para que se escoja personal idóneo y se lo prepare con instructores experimentados a escala internacional y a la vez se le dote del material más avanzado tecnológicamente al respecto. No va a ser una tarea fácil ni barata, pero hay que enfrentarla ya y en forma decidida, como una emergencia.
Debemos tener presente lo que ha sucedido en los países donde se usó a las Fuerzas Armadas como paramilitares, para combatir el narcotráfico, y, lo que se logró fue que este personal lamentablemente se corrompiera y en lugar de combatir el narcotráfico, terminara apoyándolo, y estoy seguro que ningún ecuatoriano va a querer eso para nuestras Fuerzas Armadas. Eso no quiere decir que Fuerzas Armadas no estén listas y dispuestas para actuar militarmente en contra del narcotráfico.
Además es menester tener presente la falta de apoyo gubernamental para desarrollar las áreas fronterizas, lo que ha ocasionado especialmente en la frontera norte, que muchos ecuatorianos crucen la frontera y vayan a trabajar en el lado colombiano y terminen laborando en el cultivo y transporte de la coca.
Esta es una realidad que obliga al Gobierno de turno, a la brevedad posible, a planificar y a desarrollar las áreas fronterizas de nuestro país. Tarea que tampoco va a ser fácil ni barata.