Mientras algunos festejan el asilo diplomático otorgado a Assange, el cual le libraría de ser extraditado a Suecia donde la Justicia lo requiere para que responda por cargos de violación a dos mujeres. Mientras el Ecuador pone en duda la idoneidad e imparcialidad de uno de los sistemas judiciales más probos del planeta. Mientras el Ecuador es noticia en todo el planeta por esta hazaña.
Yo me he puesto a pensar que ahora sí que se fregó el Nobel para el ‘Vice’, como lo llamó Rafael Correa el pasado 10 de agosto. Parece que se olvidaron que el Premio Nobel de la Paz es otorgado por suecos. Por decisión de un sueco multimillonario, Alfred B. Nobel, gran parte de su fortuna se destinó al Premio Nobel y es la Fundación Nobel con sede en Estocolmo, Suecia, la encargada de su administración desde 1901.
Tres de las cuatro instituciones escandinavas que conforman la Fundación Nobel, encargadas de elegir a los ganadores en varias categorías, están en Suecia.
El Parlamento Noruego nombra un comité de cinco personas que eligen al ganador del Nobel de la Paz. Pienso que, aunque sean noruegos los encargados de elegir a ese ganador, son parte de una organización sueca y como escandinavos que son, dudo que hoy el Ecuador se encuentre entre sus favoritos. Me lamento, otra vez la legítima aspiración del Sr. Vicepresidente de ganar el Nobel de la Paz, se fue al traste.