Cuando era peladito, mi madre, una mujer culta pero de escasos recursos, me compró con grandes esfuerzos, un cassette de música clásica, la 9na sinfonía de Beethoven. Nunca me olvido de esos acordes. Me duró hasta que se hizo flecos la cinta. Cuando crecí y recibí algún dinero, pude adquirir los Vals de Strauss. Nunca ha sido fácil conseguir esta música porque no es comercial. Pensé que mi gusto por estos sonidos moriría conmigo, pero ahora, adquirí los CD´s de Beethoven del domingo.
¡No saben cuánto bien nos han hecho! Los uso mientras hago mi trabajo y me han permitido desarrollar ideas de una manera tan audaz que solo recordaba en mis años de estudio. Y a mi hijo mayor, le ha gustado escuchar dichas melodías mientras lee y/o estudia. Su trabajo se ha empezado a desarrollar de una manera muy buena.
Por favor, sigan con estas iniciativas. Solo la cultura nos alejará del atraso, mediocridad y el inútil populismo.