Mientras en Guayaquil existe una gran exigencia por la construcción de obras necesarias para la comunidad, mientras el alcalde Nebot por su lado hace obras de regeneración urbana y el Prefecto hace su parte por la provincia, y desde el Gobierno hay inversiones millonarias en vías, puentes y muchas cosas más, como las obras inauguradas últimamente, resulta grato ver cuántos millones se invierten en la Costa ya sea para los ‘cholos’ como para los ‘pelucones’ (frases sacadas de la últi-
ma sabatina del presidente Correa), pero a fin de cuentas la obra servirá a la comunidad en general. Se ve obra y eso es lo que importa, aunque sea aplicando por debajo el pacto de no agresión según se comenta.
¿Pero qué pasa en Quito, que siempre le ha dado respaldo al gobierno del Sr. Correa, que en su momento le dio el 87% de votación, y a cambio qué ha recibido? Nada, absolutamente nada, y me pregunto yo, ¿acaso no fue Quito el que sostuvo la victoria de este Gobierno y puso a un pediatra de Alcalde. Con alcalde gobiernista nadie invierte nada, nadie exige nada, la ciudad está, si no en su peor momento, al borde del colapso, y lo que recibimos es maltrato y las burlas sabatinas con mensajes regionalistas contra la capital de los ecuatorianos.
Ya entra el invierno y veremos nuevamente inundaciones y deslaves como el de La Forestal. La gente los critica para que se enteren, se pregunta ¿dónde está la obra?, ¿dónde está la inversión?, ¿dónde está el hormigón?, ¿dónde están los 210 km de vía que mencionan sus publicidades, acaso van a construirse recién?