Junto con saludarle, me permito expresar mi complacencia por la carta publicada en la sección el jueves 6 de septiembre de 2012 y elaborada por don Jorge Ribadeneira, distinguido articulista y colaborador del medio, en cuyo contenido me agradece por la observación respetuosa, realiza ante un imperceptible error que involuntariamente se deslizó en un artículo de opinión publicado el domingo.
Conocedor de su destacada trayectoria profesional en el periodismo y el prestigio del cual goza don Jorge Ribadeneira, no me queda sino felicitar su actitud, digna de un caballero, que únicamente resalta su hombría de bien y su decencia. Aprovecho esta ocasión para solicitarle que continúe deleitando a quienes somos lectores de EL COMERCIO, con sus interesantes escritos que abordan variados temas de actualidad.