Después de tantos años de ilusiones frustradas, de proyectos fracasados, de programas y planes de humo; luego de malgastar en coimas y hurtos el presupuesto que generó el petróleo en la década del correato; luego de vivir un 2020 azotados por la angustia el terror y miedo que nos trajo el invisible e invencible coronavirus, luego de abrazos y fallidos deseos de felicidad que nos damos en los “años nuevos” … Con una campaña electoral que no despierta emoción cívica ni a los candidatos … con una intríngulis administrativa entre autoridades electorales, y otra, entre el presidente Moreno y el Tribunal Constitucional; en medio del doloroso desempleo y una pobreza franciscana, pese a una vacuna que cuando llegue traerá inminentes riesgos estamos dispuestos a sobrevivir, … Confiemos, primero en Dios, luego en nosotros mismos, pues vivimos en un país privilegiado, escenario de bellezas y tesoros nacionales, confiemos…
Hasta por escarmiento, esperemos que se castigue ejemplarmente sin revanchismo, pero con mano dura a los que se llevaron la plata del pueblo, como también a aquellos lombrosianos que como los Vargas y su horda humillaron a civiles, policías y militares, profanando a Quito, capital ecuatoriana y patrimonio del Mundo. ¿Ha llegado el 2021, y este pueblo sufrido y aguantador reclama y la historia preguntará por qué siguen en la impunidad libres y campantes…?