Ha transcurrido cuatro años de un Gobierno que prometió realizar muchas obras, pero lo importante, terminar con la corrupción, bajo el slogan de realizar “una cirugía mayor a la corrupción”. El primer error tener en su principal grupo de trabajo a algunos colaboradores de Correa, pues tenía a un vicepresidente cien por ciento correísta, si no estaba comprometido con el sistema correísta difícil tenerlo a su lado. Se destapo el gran escándalo de Petroecuador y luego el de Odebrecht, lo cual salpicó al vicepresidente, desvinculándose Moreno de estos problemas y quitándole el respaldo, hasta que se dio la salida y la prisión del vicepresidente, hasta aquí creímos que realmente se iba cumpliendo la tal cirugía mayor.
Posterior a esto, Moreno comenzó a declinar su ímpetu de Gobierno, comenzó a quedarse y realmente en este periodo no ha existido un propio programa de gobierno que lleve al desarrollo del país. Lo rescatable: haber mantenido el estado democrático y, “pataleando”, terminar el periodo, lo cual es rescatable.
Lamentablemente y es criticable la falta de compromiso del Presidente y de la mayoría de integrantes de su gabinete, solo se vio el interés personal de cada uno, lógicamente, menos que el gobierno de la década pasada. Para gobernar se necesita compromiso, especialmente con la gente que forma parte del mayor porcentaje que son los pobres, pero para tener este compromiso es necesario haber saboreado, en algún instante, el agrio sabor de la pobreza, caso contrario no podemos saber que se necesita para salir del gran hueco llamado pobreza.
Por esto y por mucho más, es necesario, Presidente rodearse de gente comprometida con el servicio, gente, como usted, que haya saboreado la falta de lo elemental, haber saboreado la necesidad de comer, esa es la gente comprometida, no aquella que ha reunido títulos académicos, el mejor título es la vida misma, esto nos hace tener un compromiso para con el pueblo, esto nos hace ser más sensibles, con las necesidades del pueblo. Un ejemplo de insensibilidad es lo que está sucediendo con las vacunas, un tema que no es necesario comentarlo, es un problema visto por todos.
Presidente entrante, solo nos toca confiar en usted y desearle, de corazón, la mejor de las suertes, el triunfo suyo es el triunfo de todos.