El hombre, un ser inteligente, dotado de voluntad y capaz de responder con su libre albedrío pudo salir de su estado salvaje a la vida civilizada, este paso es bastante trascendente donde no se puede poner en duda la evolución mental, con una esfera del pensamiento que cada vez se ensancha más, que en sus principios fueron limitados y groseros como la comunicación y el lenguaje mismo, pero gracias a su empeño personal, a su adaptación a los diferentes cambios y a su poder de adaptación al medioambiente, hacen del hombre un ser libre, difícil de adaptarse a medios ajenos a los que no son la naturaleza de su propio avance y evolución.
Hoy que ha vencido sus etapas primitivas no puede permanecer insensible al nuevo reto donde su inteligencia y conocimientos deben trabajar con deseos altruistas para que sean los medios de la comprensión y el avance intelectual de muchos. Si el deseo de trabajar es personal y egoísta, el efecto para muchos será el crear la carencia de propia conciencia e inteligencia, convirtiéndolos en seres despojados de su personalidad.