Definitivamente, al ecuatoriano (policía, militar, profesional, guías con formación, etc.) lo van a seguir coimando para que deje entrar dichos artículos a las cárceles ecuatorianas. No es posible que dentro de las cárceles existan más armas que dentro de la Policía, que exista más droga que en La Marín, que tengan más celulares que en los mismos lugares de expendio, que haya más alcohol que en las licorerías. No es posible que las personas detenidas sigan liderando bandas y dando órdenes desde el interior de la cárcel. No es posible que existan bandas dentro de las cárceles para exigir dinero a sus compañeros para que éstos puedan tener un buen colchón, una buena comida, salir al patio o algún otro privilegio.
Todos los guías penitenciarios deben salir, todo el personal que trabaja dentro de las instituciones debe ser removido. El director o directora debe ser una persona proba, honesta, profesional en su rama, con una hoja intachable de vida, con un plan de trabajo para un Centro de Rehabilitación Social, tendiente a reformar a las personas privadas de la libertad, que enfoquen su rehabilitación en un cambio personal y no en seguir en bandas delincuenciales que les enseñaron todas las fechorías y motivaron sus arrestos. Y además, junto a este nuevo personal, deberían estar perros amaestrados que ayuden al trabajo humano.
Seamos parte de la solución, no del problema.