“Con el corazón en la mano”, brillante por decir lo menos, el mensaje de Doña Edna Iturralde del domingo 27 de octubre 2019, pero más que eso, valiente, frontal y sesudo; eso que nosotros los quiteños, no tuvimos frente a los indígenas -vándalos o vándalos disfrazados de indígenas, o infiltrados, o qué se yo- pero al final agresores liderados por los politiqueros de siempre. Ella se refiere a una perspectiva cívica que es urgente rescatar y más que nada aplicar frente a los embates de los inescrupulosos de turno.
Dice que “la gente que vive en Quito” se vistió de barrendero, albañil, pintor, recogedor de piedras, y demás, para limpiar en alguna media la afrenta dejada por los crueles destructores, y es aquí donde debo hacer una aclaración que estimo oportuna. “Quiteño no solo es el que nace, sino el que vive en Quito, lo respeta, protege y quiere”. “Viva Quito”, no únicamente el 6 de Diciembre con bailes, comparsas, disfraces y harto chancuco, sino que viva por siempre en paz y sin irrespetuosos que no hacen honor a nuestros antepasados, los Generales: Atahualpa y Rumiñahui, a quienes respetamos y admiramos por genuinos líderes defendiendo nuestra patria.
Lo sucedido que nos sirva de experiencia para la próxima embestida politiquera de los que dizque defienden al pueblo, que no consideran que pueblo no son solo los indígenas, son también las amas de casa, el obrero despolitizado, los maestros, policías y demás.
Que viva Quito, que vivan los verdaderos indios, negros, y desde luego que vivamos los mestizos de clase media, que a la postre somos los que pagamos las agresiones anotadas y los impuestos por un trabajo honesto. La Conaie a través de su cacique Vargas, dice estar evaluando el paro y que ya piensa en las próximas elecciones, las que de ganar le catapultarían a un nivel de prepotencia nunca antes visto en contra primordialmente de la democracia. Me pregunto ¿cuál es su ideología, quién esta tras su gestión, por qué enalteció el vandalismo planificado? Para cerrar mi atrevido mensaje, una pregunta a los indígenas evangélicos, ¿Será que el Dios de Abraham aprueba el vandalismo, la politiquería, el liderazgo manipulador? ¡Cuidado!, les puede pasar factura por no respetar su palabra.
Efraín Armando Flores Batallas