Comprendo el motivo de su carta escrita casi de manera iracunda, pero quisiera que me responda algunas preguntas:
1. ¿A quién reclama mi prima por la negligencia cometida contra ella y posterior muerte de su hijo no nacido a causa de ella? (20 de octubre 1999).
2. Va a parecer increíble pero mi otro primo (hermano de la citada) ¿A quién reclama mi primo por la negligencia cometida contra su esposa y posterior muerte de su hija?
3. Recuerdo muy bien cuando en diciembre del 2006 mi hijo sufrió un accidente y ninguna enfermera del turno de la mañana le cambió la gasa, del oído, hasta que dos noches después llegó la misma enfermera que le hizo la curación en el turno de la mañana y se dio cuenta de lo que no habían hecho. Solo me devolvieron los valores cancelados porque protesté enérgicamente contra esa casa de salud (Hospital Público). ¿Acaso eso no fue negligencia?
4. Y solo para no molestarlo más: ¿ Los 21 fallecidos por el caso del Dr (¿?) Garcés, no fue por negligencia? Este asesino ejerce la profesión fresco como la lechuga en Miami.
Son solo puntos y casos así dichos a la memoria porque tengo muchos nombres más pero quisiera dejarlos ahí, solo para que con los anteriormente mencionados haga un examen de conciencia y me diga si estos pseudo-doctores merecen solo un pequeño sumario administrativo o si de verdad merecen les sean retiradas sus licencias médicas, y hasta la prisión por asesinato. Porque por lo visto más parecen agentes tipo James Bond, puesto que tienen licencia para matar.
Aclaro, sí he conocido doctores que hacen honor a su título, lastimosamente, son muy pocos.