La oposición liderada por Guillermo Lasso ha manifestado que no hay que caer en “la trampa de Correa”. La trampa de Correa, se entiende, está escondida en el proceso de revocatoria de mandato y, por lo tanto, insiste en que Correa tiene que gobernar el país hasta el 24 de mayo del 2017.
Sin embargo, si todos estamos de acuerdo en que Correa es un mal administrador, y cientos de miles de personas han salido a las calles a gritar “fuera Correa fuera” ¿por qué esperar y someter al pueblo ecuatoriano a dos años adicionales de una mala administración? Aún más cuando el orden constitucional no se quebraría, ya que la revocatoria está contemplada en la Constitución.