Ante la gran cantidad de candidatos para la alcaldía de Quito, los ciudadanos de nuestra capital deben reflexionar para elegir al más adecuado.
Ser alcalde de una ciudad que por su topografía misma dificulta las acciones municipales, definitivamente es un gran reto. El nuevo alcalde, tiene que en primera instancia, terminar la obra del Metro de Quito, la cual ojalá sea una solución parcial al problema de la movilidad. Si de movilidad hablamos hay muchas cosas por hacer, sobretodo mejorar las calles y avenidas que se encuentran en mal estado. También hay que replantear el sistema de recolección de basura que al momento es insuficiente. La seguridad para los habitantes y los turistas, deja mucho que desear. Se deben fortalecer las obras de dotación de agua potable. Hay que estudiar el sistema de alcantarillado de aguas servidas que en muchos barrios está colapsado.
Tenemos una ciudad invadida de cables y postes en todos los barrios. Hay muchas áreas verdes que necesitan ser mantenidas. Y así, sobran los ejemplos de los retos a futuro, pero sobretodo, los candidatos, deben tener un plan de crecimiento ordenado que permita dotar de servicios básicos y acceso a transporte a los habitantes.
Con estas premisas, ¿saben los candidatos lo que van a tener que afrontar? ¿Están conscientes que en poco tiempo de elegidos, el clamor ciudadano va a exigir obras inmediatas? ¿Contarán con un presupuesto adecuado para realizarlas?
Hay muchas interrogantes. Hay muchos candidatos. Ser alcalde de la capital, es un reto y un desafío que yo personalmente creo, pocos pueden asumir.
Juan Carlos Sosa Trombert