Especuladores

En medio de la polémica que ha generado la Ley de Plusvalía, surgen algunos interrogantes que me permito plantear para que los defensores de esta nefasta ley absuelvan las dudas generadas:
¿Se habrá considerado que mucha gente decide vender su casa o su departamento porque pretende comprar algo mejor, porque necesita algo más grande o, simplemente, porque precisa del dinero? Con el 75 por ciento de impuesto que tendrá que pagar sobre las ganancias extraordinarias o especulativas, le resultará imposible llegar al valor de reposición que necesitará para comprar otra vivienda.

Esto por cuanto un alto porcentaje de propiedades fueron adquiridas en sucres que, con la dolarización, se redujeron a la mínima expresión y, con los actuales catastros municipales, sus precios se han centuplicado.

El simple ejemplo que he mencionado, ¿puede ser calificado de especulación?

Ya que tanto quieren evitar las ganancias especulativas, ¿por qué no investigan y aplican todo el rigor de la ley a los que se favorecen con información privilegiada y que adquieren propiedades a precios de gallina enferma, esperan a que se realicen obras de
infraestructura y después revenden a precios elevadísimos?

Esos son los especuladores, no la clase media y baja que busca mejorar sus condiciones de vida y que es la mayoría de la población. 

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