Se ha criticado a la conquista española, que tuvo lugar en los territorios que hoy se conocen como países iberoamericanos, cuestionamientos no ausentes de prejuicios y de imparcialidad histórica. La conquista española significó un admirable proceso civilizador, que aunque produjo resistencia indígena no fue muy cruenta, si se hace una comparación con las guerras de exterminio que sucedieron entre sus propios pueblos.
Si bien la Corona española hizo cierta explotación de minerales y otros recursos, esta fue en retribución al invalorable aporte histórico de España, a través de su cultura y civilización, como fueron la religión, el mestizaje, el idioma, la escritura, el comercio.
La introducción de los productos de la tierra y los animales originarios de la península, sus conocimientos técnico,s etc. La monarquía hispánica reconoció derechos, dignidades, jerarquías, privilegios, e incluso en algunos casos títulos de nobleza a los indios, prohibiéndose su esclavitud, ya que esta se llevó a cabo en ciertos casos por caciques indios sobre su misma gente. Los indios tuvieron ciertas prerrogativas a través de las Leyes de Indias, como haber estado exentos del servicio militar.
Los delitos contra estos se castigaban con más rigor que aquellos contra los españoles criollos y demás castas, la Inquisición no tenía poder sobre ellos, tenían un abogado defensor gratuito llamado “protector de indios”´. Los caciques fueron excluidos del pago de tributos, así como sus mujeres.
La mita fue un sistema de trabajo obligatorio, institución de origen incaico, usufructuada por caciques en el periodo hispánico, abolida por el Consejo de Regencia de las Españas e Indias. Con posteridad a la conquista, los criollos se constituyeron en el verdadero grupo dominante de la sociedad colonial, porque poseían los medios de producción, los funcionarios reales españoles ocupaban las posiciones de autoridad formal.
El poder efectivo estaba en manos de los criollos y después de la Independencia, continuaron dominando los recursos económicos y asumieron el poder político. Recordemos a Montalvo cuando expreso: “España, España. Lo que hay de puro en nuestra sangre, de noble en nuestro corazón, de claro en nuestro entendimiento, de ti lo tenemos, a ti te lo debemos. El pensar a lo grande, el sentir a lo animoso, el obrar a lo justo, en nosotros, son”. (Los siete tratados).