Escuchar

Para hacerlo es necesario desligarse de prejuicios. Lo dicen los expertos que se han dedicado a estudiar el comportamiento humano. Conversando sobre uno o varios temas solemos dar nuestras opiniones sin entender lo que dice o pregunta el interlocutor. Lo importante es hacerse oír y que nuestras ideas se tomen en cuenta. ¡Puro ego! Si sólo escucháramos no habría tanto conflicto y desentendimientos.

Dicen que cada uno de nosotros lleva dentro de sí un cúmulo de afectos y desafectos que no nos permiten ver las cosas más claramente y que estos al final impiden que funcionen las empatías entre diversos. Los hay de todo tipo: económicos, sociales y hasta políticos. El dinero, una raza o una ideología. Estos nos impiden ser felices porque nos atan y eso afecta nuestra libertad. Son barreras que tenemos y que deben ser combatidas por uno mismo. Los diálogos entre personas, entre éstas y los Estados, entre éstos y éstos con organismos internacionales deben estar desprovistos de prejuicios. A las 67 recomendaciones de la ONU sobre derechos humanos yo agregaría esta. Todas importantes, la última fundamental.

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