En su reunión con empresarios, cuando se mencionó que el caso Assange pudiera hacer que los EE.UU. no nos renueve el Atpdea al término de ese programa, el presidente Correa saltó como leona en defensa de su cría aclarando que la soberanía del Ecuador está por sobre todo lo demás. Y tiene razón. Son los intereses de quien está acusado de violar a dos mujeres suecas los que no están sobre los del Ecuador.
Los empresarios cometieron un grave error al sugerir el fin de las preferencias por culpa del ‘affaire’ Assange, pues desde mucho antes sabíamos que será muy difícil que los EE.UU. renueven ese programa solo para Ecuador cuando los otros beneficiarios ya tienen sus TLCs. Incluso, la Embajadora en Washington lo dijo hace tiempo. Assange es solo una mancha más al tigre en una lista de temas que aislan al país. Barack Obama no ha saltado al ring en este caso y no lo hará.