Dada la oposición generalizada de la ciudadanía a los proyectos de ley que buscarían incrementar los impuestos a las herencias y a la plusvalía, el Gobierno está interesado en discutir dichos cuerpos legales.
Pero, en una sui géneris declaración de un funcionario, se aclaró que a están invitados todos, excepto aquellos que no quieran participar en el cambio y que continúen protestando en las calles.
Si es así, ¿con quién van a reunirse? No sería más lógico, que se archiven los proyectos, entendiendo que los sectores eventualmente afectados aceptarían el pago de tributos más altos, solo cuando el Gobierno recorte sus gastos corrientes para demostrar austeridad, pues el sacrificio debe comenzar por casa.
De lo contrario, estamos queriendo hacer la revolución repartiendo el patrimonio ajeno, pero sin tocar el propio. Lo señalado justifica la oposición.
En mi caso, como en el de muchos, la modesta posición económica que tengo, pues soy un profesional y no un empresario, la he conseguido con ahorros a lo largo de 40 años de trabajo. No me han regalado nada.