Tengo la costumbre, no sé si buena o mala, de leer diariamente EL COMERCIO y el último domingo revisé la entrevista del señor Rubén Darío Buitrón a un ecuatoriano que desde España comenta respecto a la intención del Gobierno de registrar las expresiones 30S o 30-S en el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual. Sin entrar a discutir lo conveniente o no de tal registro, que a mi juicio es algo totalmente intrascendente, mi comentario es respecto a la exageración de conceder página entera al entrevistado sobre este tema, pero sobre todo a la deficiente conducción de la entrevista, en la cual el periodista hace todos los esfuerzos para inducir las respuestas a pesar de los esfuerzos del entrevistado por mantener alguna objetividad. He leído algunos editoriales interesantes del señor Buitrón y me parece que es un buen periodista, sin embargo, en este caso creo que su obsesión por mirar en todo lo que hace el Gobierno un supuesto atentado a la libertad de expresión, le hace aparecer como un principiante.
Nota del entrevistador:
Le agradezco por el calificativo de principiante. En verdad, aún tengo mucho que aprender, por tanto, opiniones de lectores como ud. forman parte de esa pedagogía. Como entrevistador intento ser incisivo, agudo, directo y riguroso, sea quien fuere el personaje. Sigo al maestro británico David Randall, quien nos aconseja tener conciencia, siempre, de que somos periodistas y no cortesanos.
Rubén Darío Buitrón