Leo con estupor que los Asambleístas de Alianza País habrían convencido al presidente Moreno, que acepte consultarle al pueblo si está de acuerdo en que la Asamblea pueda enjuiciar políticamente, entre otros, a alcaldes y prefectos del país.
Semejante disparate retrata al correísmo de cuerpo entero pues evidencia el afán de boicotear la consulta popular con preguntas no solo innecesarias e inconvenientes, sino inconstitucionales ya que va contra el espíritu y letra de la Constitución de Montecristi que definió la estructura del Estado creando niveles parroquiales, cantonales, provinciales, regionales y nacionales.
Si Lenín incluye esta pregunta, los alcaldes y prefectos harían campaña contra la consulta por afectar sus ámbitos de acción. ¿Se imaginan a asambleístas provinciales ajustando cuentas con alcaldes y prefectos contrarios a sus postulados? ¿Es eso lo que buscan los ovejunos? Espectaríamos una carnicería en la campaña, desvirtuando su esencia. De ser así, la consulta sería no solo inútil sino un suicidio político e incumpliría el anhelo popular mayoritario de reinstitucionalizar la democracia, desconcentrar el poder político, garantizar la independencia de las funciones del Estado y abolir las malhadadas enmiendas que fueron impuestas el 2015 por el bloque correísta sin consultarle al pueblo como era su obligación.
Presidente Moreno estas “iniciativas” del correísmo son trampas en la que usted no debe caer.