La Ley de flexibilización laboral, no ha logrado sus objetivos de crear nuevos empleos como se pensó; la venida de la pandemia del covid -19; nos hizo ver una dura realidad, de que las leyes de trabajo, ya no se podían cumplir, porque los negocios y empresas, ya no tenían dinero para pagar, y liquidar a sus empleados. En el sector turístico, en los hoteles y en los restaurantes, los salarios se han reducido en un 30% y 50%, y muchos ecuatorianos perdieron su trabajo; este es un tema que las universidades deberían de interesarse e impulsar, porque la reactivación de la economía del país, está en juego.
Las leyes de trabajo no consideran la realidad del país, de que no todas las empresas tienen la capacidad de pagar un sueldo básico de 400 dólares. Los sueldos en el Ecuador, son uno de los más altos de Latinoamérica, en Brasil el salario es de 210 dólares al mes, con un PIB de USD 1345 billones, en México el salario es 215 dólares, en Cuba, 25 dólares y Venezuela, 1.25.
Nos decían que las empresas extranjeras estaban deseosas de venir a invertir, y crear nuevos empleos en el país, esto no va a suceder, porque estamos maniatados en una maraña de Leyes, e impuestos como el ISD, y el contratar un empleado en Ecuador, es más complicado que casarse, porque para divorciarte solo tienes que ir ante un notario y listo, pero para liquidar un empleado es asunto muy engorroso y costoso.
Si queremos generar nuevos empleos, y sacar a mucha gente de la pobreza y la informalidad, se necesita de una reforma temporal, o decreto de ley del nuevo gobierno, que permita la libre contratación, y aceptar la realidad, de que las pequeñas empresas, no pueden pagar el sueldo básico, y a la vez crecer, pero si pueden pagar menos, está claro que esta ley, debe tener límites para acceder a ella, así los límites para las pequeñas empresas, sería el tener un mínimo capital, y una baja facturación anual, y para la contratación de empleadas domésticas, considerar las zonas urbanas de las ciudad, esto determina el valor de la propiedad y la capacidad económica de los empleadores.
El efecto multiplicador de la libre contratación, es incuantificable porque se reactivaría la economía, el Estado se beneficiaría con el incremento del impuesto a la renta y más IVA, se crearía nuevos empleos y se sacaría a mucha gente de la informalidad, que la Ley actual los tiene condenados al desempleo y a la informalidad.