Es una necesidad y un clamor popular, ante los execrables hechos de violencia que se viven en la ciudad a manos de la delincuencia que sin clemencia alguna hiere y asesina a sus víctimas. El respeto por la vida se ha perdido por completo.
Un factor social que influye en esta crisis es la falta de control para el ingreso al país, pues no existe requisito alguno que cumplir para residir en Ecuador. Una distorsionada visión sobre el ejercicio de derechos para extranjeros está afectando al derecho de los ecuatorianos, pues la seguridad se está viendo afectada con nuevos “modelos de gestión” delincuenciales provenientes de países con una crisis generalizada donde homicidios, secuestros, asaltos y demás delitos contra la vida no son prioridad para esos gobiernos ni para esas sociedades.
A fin de contar con niveles de seguridad adecuados para la capital es necesaria la presencia permanente de policía y las FF.AA. a través de operativos de seguridad, además de una respuesta legal oportuna del Ministerio Público para que los crímenes sean castigados severamente.
No esperemos más muertes para devolver las garantías de seguridad que necesita la sociedad.