Hablar de Eloy Alfaro, significa heroísmo, patriotismo, lucha, libertad, cambio, pero sobre todo ‘revolución’, esa palabra que hoy se la conoce con otro concepto por ciertos personajes de la política ecuatoriana.
Recordar 100 años del terrible asesinato del General Alfaro, inspira coraje, rencor, odio por sus seguidores (viejos y jóvenes) de su ideología liberal.
No olvidar que fue sacado del lugar de detención, frente a la vista de los que vigilaban la entrada a la celda, con golpes, insultos, cortaduras de extremidades, desnudo, terminando en una improvisada hoguera; lista para quemar las ideas del Viejo Luchador, por gente sin compasión, manipulada por adversarios del General Alfaro.
Prohibido olvidarse este acto de salvajismo a un ser humano honesto, sincero, leal, que no le importaba riqueza material alguna, sino, compartir los bienes por igual a sus hermanos ecuatorianos que siempre lo recordarán como un personaje político; ejemplo de ‘libertad o muerte’ por la Patria.