La década del gobierno correísta, significó al país, a pesar de haber tenido la mayor riqueza por ingresos en nuestra historia, un enorme endeudamiento, que se lo utilizó preferentemente en la inversión de grandes obras de infraestructura, mediante una contratación pública, en la que se eliminaron deliberadamente por decretos expedidos por Correa, requisitos legales que antes existieron y estaban debidamente normados, como los informes previos que debían emitir Contraloría y Procuraduría, así como la exigencia legal de concursos públicos de licitaciones, lo que allanó el camino, para que se produjera la mayor corrupción en obra pública, con millonarios sobreprecios en la contratación, pago de una enorme cantidad de coimas a funcionarios del anterior régimen. La utilización de los denominados medios públicos incautados que los convirtió en instrumentos de propaganda política a su favor, lo que ocasiono su quiebra económica. Actualmente fiel a su estilo Correa se hace pagar varios guardaespaldas que lo cuidan en el país europeo donde reside.