Ya suman más de 14 años que el tradicional Barcelona de Ecuador no levanta la copa de campeón del fútbol. Mientras su símil de España no se cansa de ganar títulos y sumar estrellas, acá la realidad es otra. Problemas como: luchas internas, poca transparencia en el manejo deportivo; un abultado déficit económico; la presencia perniciosa de la politiquería han dado como resultado lo obvio: resultados mediocres del club de fútbol.
Se prevé las elecciones a la Presidencia del Club, pero los problemas y disputas ya están presentes. El nuevo timonel de Barcelona debe dar un norte a la institución, con trabajo tesonero y a tiempo completo, con el único compromiso de llevar al Club a los primero lugares. Barcelona tiene un atributo especial, haber roto las barreras del regionalismo, con base en el cariño y admiración a una divisa y a su historia.