Gracias a la visita del Santo Padre, el asilo de las Hermanas de la Caridad, ubicado en la parroquia de Tumbaco, se ha reconocido, con mucha justicia, la gran labor humanitaria que realiza dicha congregación a favor de los ancianos. En los años 80, el Dr. Cristóbal González Hidalgo y su esposa se contactaron con la Madre Teresa de Calcuta, invitándola a desarrollar un proyecto de protección a los ancianos más olvidados y necesitados. Para el efecto, donaron su quinta de Tumbaco, con todas las instalaciones, con el objetivo de que sirva como albergue de esos seres abandonados.
El Dr. González fue un distinguido médico quiteño, de gran trayectoria profesional y humanitaria. Fue director del leprocomio Verde Cruz. Creó una Fundación llamada Magda González en honor a su hija, fallecida a la edad de 13 años. Escribió varios libros de gran contenido humano. Siempre se preocupó de los más necesitados y vulnerables. Fue una persona entusiasta, optimista y con una gran fe en Dios. Su nieto es el conocido pintor Cristóbal González. Es hermoso comprobar que las Hermanas de la Caridad han sabido cumplir esta gran labor misional con los ancianos.