Es de conocimiento general el fallecimiento del Ing. Raúl Baca, quien a lo largo de su vida ostentó varios cargos públicos del más alto nivel, lo cual por haber sido difundido ampliamente por casi todos los medios de comunicación.
Pero, en cambio, de su honestidad poco se ha dicho. Por ejemplo, la crítica que permanentemente hacía a sus colegas Diputados, cuando planteaban el aumento de dietas por sesión o el incremento del Capítulo de Obras de Interés Provincial, de manejo discrecional de los diputados, como condición para aprobar el Presupuesto del Estado o la creación de cargos en el propio Congreso.
Los criterios mencionados no le daban más amigos, porque cuidar el interés del país generalmente es aplaudido por muy pocos, olvidando que “la autoridad no puede ser generosa con plata ajena” como muy bien siempre lo repetía.
Vale destacar que su honestidad siempre motivó su vida, a tal punto que se vio obligado a trabajar, hasta el final de sus días. Este es un ciudadano idealista que el país no lo puede olvidar y al cual tuve el honor de conocerlo como Asesor Parlamentario.