Los países que han logrado vencer sus dificultades de alimentos, vestuario, materias primas para la construcción, salud y educación, lo han hecho gracias a que cada miembro de la sociedad se ha dedicado a producir lo que conoce, sin embargo, para mantener estos bienes, ha sido necesario que sus productores tengan representación en los gobiernos elegidos y su intervención está encaminada para lograr un mayor bienestar del país.
En los países donde el ejecutivo trata de obtener más poder, rompe la armonía y el equilibrio que permite mantener la producción en niveles óptimos, a medida que adquiere más poder, disminuye la capacidad productiva, porque crece la administración pública para controlar esa producción. Observamos en Venezuela, cómo los militares toman el control de la poca producción, para que no se den desmanes entre una población que no alcanza a recibir estos recursos. A medida que pase el tiempo, también esos recursos serán escasos para los militares, porque su función no es producir alimentos y posiblemente se advierte el ocaso del actual gobierno en el corto plazo. La efectividad de la producción, basa sus principios en permitir que cada ciudadano sea libre de escoger lo que mejor sabe, que una justicia imparcial defienda los intereses de todos por igual y que exista un congreso o asamblea que tenga representación de todos los sectores, para que con su intervención y respeto se trabaje en aumentar la riqueza del país, que a la final es de toda la población.