Imagine que el antiguo presidente Bush le dice a nuestro Presidente: “convencí a la ONU que te ordene que me des parte de tu sueldo. Para financiar nuestras bases militares. Y también debes darme parte del presupuesto del Estado. Si no lo haces, iremos por ti como hicimos con Noriega, y te espera Guantánamo”.
El Presidente se indignaría, con razón; nadie está de acuerdo con esos gastos inmorales. Ningún ecuatoriano ha votado por ello. Pero tendría que cumplir, o sufrir una invasión.
Eso mismo hace el Gobierno: obligar a unos ciudadanos a pagar impuestos, para financiar gastos con los que quizá no están de acuerdo; gastos que otros han decidido. Si no cumplen, a la cárcel; y si tratan de resistirse, les disparan. Eso es tan bárbaro como el ejemplo de Bush. Ciro Andrade