Los sobrevivientes de la pintora quiteña Piedad Paredes Álvarez, fallecida hace 12 años, en especial sus sobrinos Santiago, Ivonne, Catalina y Luis Zúñiga Paredes, donaron a la Casa de la Cultura y al Museo Nacional 68 cuadros que reflejan su sensibilidad y talento artístico.
El acto se llevó a cabo en el salón Joaquín Pinto, que contó con numerosa concurrencia. El vicepresidente de la Casa de la Cultura, Gabriel Cisneros, en representación del titular Raúl Pérez, agradeció la generosa donación y destacó la importancia de la obra que podrá ser vista por los ecuatorianos y extranjeros que visiten los museos.
El arquitecto y sociólogo Guido Díaz, director del Museo Nacional, destacó que la muestra figurativa de Piedad Paredes es un reflejo exacto de su vida dedicada a las bellas artes. “Su obra merece ser conocida y reconocida por las actuales y futuras generaciones, ya que Piedad Paredes estuvo dedicada al arte pictórico durante toda su vida. Fue una exponente de primera línea, aunque por ser mujer, el silencio fue la respuesta dentro del oscurantismo que predominó en el siglo veinte”, enfatizó Guido Díaz.
En representación de la familia de Piedad Paredes intervino su sobrino primogénito, Santiago Zúñiga Paredes, quien contó anécdotas de su ilustre tía.