A mi regreso del extranjero, encuentro un país que además de la pandemia y los problemas económicos y políticos que heredamos, tiene ahora una crisis motivacional. El país está deprimido, y sus ciudadanos también. Nos dice la historia en algunos ejemplos, países que vivieron crisis decidieron invertir en resaltar la identidad nacional de diversas formas. Una de ellas mediante el deporte. El talento ecuatoriano deportivo en nuestro país se ha destacado muchas veces, especialmente en deportes no tradicionales.
Con o sin crisis, tenemos nuestros logros como ecuatorianos. Ecuador tiene a Vallejo, Pérez, Egloff, Quintero, Falla, y muchos más quienes se han destacado al poner la bandera de nuestro país en lo muy alto; sea mediante una presea o mediante una gigantesca montaña. Reconozcamos la bandera ecuatoriana por lo que es. Una nación de vencedores y de competidores que no se rinden. De personajes quienes han llegado a lo más alto del mundo. De iconos que han demostrado que Ecuador es el mejor lugar para la práctica del trail running, kayac, escalada en roca y alta montaña.
Ecuador no necesita más reconocimientos a políticos, antiguos o recientes.
Ecuador más que nunca, necesita a sus héroes. Ecuador debe reconocerlos.