Édgar Allan Poe, (19 enero 1809 – 7 octubre 1849) poeta, cuentista y ensayista. Quedó huérfano antes de los 3 años.
Le asustaba la oscuridad, porque su clase lindaba con un camposanto y como no había dinero para libros, el director daba matemáticas entre lápidas, cada niño debía elegir una tumba y calcular la edad del difunto. Recurría al éter y al alcohol para mitigar sus tormentos espirituales.
Sigue teniendo el dudoso privilegio de ser el único gran autor estadounidense admitido en West Point y expulsado. La modestia no era su fuerte. La vida y la muerte son para él una misma cosa. Es célebre su extenso poema ‘El cuervo’ (1845).
La mala suerte que pareció perseguirle toda su vida, no dejó de acompañarlo después de muerto. La lápida encargada para su sepulcro quedó destruida por un tren que descarriló, hasta que en 1875 se exhumaron y volvieron a enterrar sus restos mortales, estos yacieron bajo un indicador en que se leía No. 80.