Quienes desconocen los valores humanos y viven en el placer ilimitado abusan del goce y la permisividad. Para evadir la realidad se sumergen en un sinfín de sensaciones sofisticadas y narcisistas para llamar la atención o convertirse en rebeldes sin causa, que no pueden liberar su mente de la dependencia a las drogas. La Organización Mundial de la Salud reconoce como droga a cualquier sustancia que pueda modificar una o varias funciones del organismo humano, que causa dependencia física (adicción) y el deseo incontrolable de seguir consumiendo en mayores cantidades, para evitar el síndrome de abstinencia. El consumo de drogas en el Ecuador se inicia a temprana edad por la facilidad para conseguirlas. Los jóvenes prefieren el consumo de alcaloides, como la marihuana, cocaína, heroína, metadona, morfina, opio o la codeína; y psicotrópicos como los barbitúricos, las anfetaminas y ampliadores de la conciencia, como el ácido lisérgico. Los problemas familiares, emocionales, económicos y laborales pueden ser causas que desencadenan la dependencia. La juventud, ávida de probarlo todo, la depresión, la influencia de los amigos… hacen que se pierdan en un mundo irreal. La falta de centros de rehabilitación calificados impide superar la adicción.